Más del 60% de los ingresos totales del Estado provienen de las asignaciones del Gobierno Central, principalmente de las llamadas transferencias para la equidad territorial. Mientras la autogestión de los municipios llega al 30%. Estos son datos generales, sin embargo existen grandes diferencias entre municipios y buena parte de ellos destinan demasiados recursos al pago de burocracia, mientras sus poblaciones no disfrutan siquiera de los más elementales servicios públicos: agua potable y alcantarillado, lo más sensible. Este, como tantos otros temas, debe sincerarse. Lo primero, controlar la clasificación del gasto para garantizar que se transparenten las finanzas municipales; luego cada municipio deberá planificar sus finanzas en términos de ingresos y gastos. Finamente, en un periodo de seis años, aquellos municipios que no sean capaces de generar ingresos suficientes para sustentar su gasto corriente deberán entrar obligatoriamente en procesos de mancomunidad o fusión según se requiera.